Dividida y forrada al estilo piedra (o "forropiedra" como suelo decir), es seguro que los del Inventario no se la vieron así porque lo normal cuando se encontraban con estas cosas es que escribiesen que había sido "reformada". El estilo de reforma que ahora vemos es propio de estas últimas décadas y según parece, a todo el mundo le gusta. Ajenos por tanto al esperpento que vendría después, los del Inventario se dedicaron en su libro a describir el escudo y a decir que es rococó y de fines del XVIII. Con el enmarcado del forropiedra alrededor más parece de rocalla que rococó. En la cinta inferior se lee claramente que es de los Baroja (posibles parientes de los Varoxa del anterior escudo pero con la ortografía modernizada).
Aunque los diviseros de la división se pusieron de acuerdo en el forropiedra, las diferencias surgieron en el color del alero y los detalles decorativos del recercado del balcón. El balcón en tribuna y el lambrequín de madera sobre la solana podrían ser de alguna reforma anterior. Seguro que alguien tendrá alguna foto de hace cuarenta años.
Dos contenedores de basura, una pavimentación estilo peatonal y un grupo de señales de tráfico rematan el nuevo atrezzo de presentación.
Por decir algo que no duela, mencionemos que fue pensada en forma de L con un fondo edificable de unos 9 metros, es decir en dos crujías. De resultas de lo cual, en su fachada a la calle del Puente medimos unos 18,5 metros y a la calle Miralrío 12,5.
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