Cuenta Moya en el cuarto volumen del Inventario (pag 217) que la hermosa iglesia del siglo XVIII que levantaron al lado de esta casa la pagó Francisco Javier Sánchez Cabezón, arzobispo de Astorga, natural del lugar. Como la única casa un poco noble del pueblo es la que aquí muestro, es posible que también tuviera alguna relación con tan noble señor. La foto se la hice el 1 de agosto del 2018.
Mis recuerdos de Treguajantes pasan por mi padre, porque cuando en la primera mitad del siglo XX llegó a Anguciana un nuevo párroco, don Isidoro, natural de la Villa de Ocón, dijo que venía de Treguajantes y que la iglesia de aquella aldea de Cameros era mejor que la de nuestro bien querido pueblo. En 1984 hice una visita a Treguajantes pero no reparé en la casa de al lado porque todo el pueblo estaba completamente abandonado; aunque en la siguiente foto se la ve fragmentariamente con el tejado y el bajo cubierta en buen estado
El interior de la espléndida iglesia de cuya autoría solo dice Moya que "seguramente sus trazas fueran madrileñas"(vaya información...) estaba así:
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