La tercera y última casa que encontramos en Villamediana con rastros de cierta nobleza está sorprendentemente en bastante buen estado. A juzgar por lo que vamos viendo parece construcción de finales del XVIII o incluso ya del XIX, con esa composición tan discreta y ordenada o ese mínimo escudo casi anecdótico -si lo comparamos con el que hemos visto en la casa anterior.
Llama la atención el labrado tan historiado del durmiente de los canes, que sintiéndolo mucho no he podido fotografiar mejor.
La casa tiene 13 metros de fachada por 18 de fondo y se extiende por otras dependencias y un amplio patio que da a la carretera de Logroño.
Una verdadera joya dentro del detritus arquitectónico y urbanístico que es Villamediana de Iregua. Documentamos finalmente en planos y fotos tan insigne lugar:
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