(459) VILLOSLADA VI. Calle San Miguel 11

A esta pobre sí que le han hecho una agresiva limpieza de la fachada principal y posterior rejuntado de la mampostería con mortero de cemento, que la han dejado de color gris y con los elementos constructivos al aire. Encima le han puesto delante una fila de cipreses de arquitecto que en cuanto crezcan la van a dejar como tapiada de verde. El escudo parece tener la mismas armas que Villoslada I:

Al fondo del jardín frontal y para salvar el desnivel de la terraza se sitúa una escalera exterior a la que se accede por un arco de sillería:

Pudiera ser un resto de alguna casa anterior pero no queda mal el collage. La puerta de la casa es adintelada con arco plano.

Por la parte de atrás aún conserva la textura tradicional. La diferencia es enorme; no sé cómo no se dan cuenta del desastre que significa hacer semejantes "limpiezas".

La geometría de la planta también es irregular y el fondo medio está en 11 metros por lo que imaginamos que es de dos crujías. La cubierta vuelve a ser de tres aguas y mantiene la teja árabe. La fachada mide 25 metros pero la casa aún se prolonga hasta los 31 metros con otra construcción adosada por detrás de la casa vecina San Miguel 13.

Gracias a Panoramio y a Carlos Siero del Nido podemos ver cómo era la casa en el 2012:

(458) VILLOSLADA V. Calle Plaza 9.

Debajo de Villoslada I hay otra gran casa con escudo y cinco balcones, uno de ellos sobre la portada principal continuando la sillería de los recercados (el sexto balcón es de una apertura posterior). En cierto momento fue reconvertida en escuelas. Sería bueno saber cuándo y si hay documentos de la reforma.

Sea como fuere, lo importante es que, a excepción del patio y, por supuesto, de lo que uno puede esperar por dentro,  los muros, las carpinterías y las rejas guardan la apariencia de gran casa solariega.

Los especialistas en heráldica que visitan asiduamente este blog tienen labor aquí para descubrir la familia que la habitó.

Los 12,2 metros que medimos de fondo están a mitad de camino entre las dos y las tres crujías. La fachada tiene 25 metros y la cubierta, en este caso, es a cuatro aguas:

Lo que fuera jardín a mediodía, sigue vinculado a la casa y obviamente está dedicado a patio escolar:

Como la canasta de baloncesto tapaba una de las ventanas de la entreplanta, pongo esta otra foto hecha dentro del patio para que se vea la alternancia de ritmos que se traen las ventanas entre uno y otro piso:

(457) VILLOSLADA DE CAMEROS IV. Calle P 4

Otra gran casa solariega de la zona alta de Villoslada que está en un estado de conservación bastante lamentable.Se accede por un lateral, consta de dos crujías y la larga fachada se despliega hacia el sol naciente:

La fachada de la entrada es asimétrica y el balcón sobre la puerta posee una sillería espléndida:

El dintel de la puerta es de madera y la carpintería tiene un claveteado singular:

Un gran balcón con carpintería y rejas originales, recercado igualmente por grandes sillares con arco de descarga sobre el dintel en la mampostería, componía la fachada a medias con el gran escudo hasta que aparecieron otro par de balcones menores que por poco entran en liz con sus propias armas.  

La riqueza formal del escudo es impresionante y su contraste con la ruda mampostería, similar al de la casa del post anterior. Sobre el yelmo cortado del hidalgo aparece una corona de mayor rango de nobleza.

Como en Villoslada I y Villoslada III, la geometría es irregular y la cubierta a tres aguas, y no a cuatro. Parece una extraña invariante:

Medimos en pantalla 24 metros para la fachada y 10,5 metros de fondo en la zona central

Es cuando menos curiosa la posición en planta de estas tres casas en la parte alta del pueblo.

(456) VILLOSLADA III. Plaza Victoria 2

Un poco más arriba de la anterior, el catastro le da número por la entrada secundaria que tiene en un costado, desdeñando la gran apertura adintelada, más moderna, de la fachada principal:

Es lo único que tiene de moderna porque en lo demás debe de estar más o menos tal cual la hicieron:

La decoración del escudo no puede ser más historiada y el remate superior de lo más novedoso. Aunque lo que más llama la atención es la forma en que está incrustado en un muro de mampostería tan tosco.

Vista desde el otro lado:

Medimos en pantalla 10,5 metros, mientras que su fondo llega a los 14,5. La cubierta es a tres aguas:

(455) VILLOSLADA II. Callejón de la Plaza 3 y 3A

Encaramada en lo más alto del pueblo, desde muy lejos ya se advierte que estamos ante otra casa de la gran arquitectura vernácula camerana, aunque también se aprecia por la diferencia del tratamiento de la textura, por las canales y esa entrada exterior con escalera, que estamos ante otra propiedad partida en dos.

Cuando nos llegamos hasta su puerta, la segunda decepción es ver que no tiene escudo. El gran paño reservado sobre la entrada parece que estaba destinado a exhibir la nobleza (o riqueza) del propietario, pero por razones que no sabemos ahí no hay nada. La adaptación al terreno es perfecta y la posición del acceso inmejorable. Conociendo la escalera de la casa de Lomos de Orios, casi nos imaginamos también como sería la escalera interior para acceder desde el portal al piso principal. Al exterior de la puerta queda un bonito empedrado y unos hermosos bancos protegidos del cierzo.

La parte anterior de la casa aún conserva su textura original de mortero de cal. La fachada de la parte posterior ha sido objeto de otra de esas limpiezas de la mampostería, que sin ser tan mala como la mayoría de las que vamos viendo, rompe la unidad exterior de la textura.  

Por su ubicación me recuerda a una de las primeras casas que saqué en este blog, la Treviana II.

Según el catastro la gran parcela situada a sus pies es independiente de la casa, pero como sirve de jardín de acceso a la vivienda de atrás suponemos que pertenezca a esta. En todo caso parece estar también dividida por una nueva terraza.

Con todos los modernos detalles de la rehabilitación de la vivienda trasera y las nuevas tejas de cemento, vista desde el sendero por el que se va hacia Brieva y las Viniegras casi pasa desapercibida como la gran casa que sin duda fue:

(454) VILLOSLADA I. Calle Plaza 16

La calle Plaza nos va subiendo en ladera más arriba de la propia iglesia y en el número 16 del catastro (10 según la numeración que tiene en la portada) tenemos ya una gran casa blasonada.

Lo primero que nos llama la atención es esa moderna puerta adintelada que desfigura una planta baja espléndida compuesta por ventanas en dos pisos y que afortunadamente aún conserva la puerta original en arco de medio punto con escudete, si bien descentrada respecto al balcón principal y el escudo principal de la casa.

Medimos en la pantalla del ordenador 21,5 metros para la fachada y 13,5 metros de fondo. Estamos pues ante esa tipología de arquitectura vernácula que expuse en mi artículo sobre la casa del santero en la ermita de Lomos de Orios (edLHD 79). El hastial oriental, sin embargo, tan de arquitectura popular, me pareció un tanto extraño:

El encementado que vemos en primer plano de la calle nos da una pista para salir de la extrañeza, aunque la solución definitiva la encontramos en el parcelario y también en la foto aérea de cubiertas, porque el derribo de la casa anexa y la construcción de esa plaza alta de cemento son tan recientes que tanto en el catastro como en las ortofotos de iderioja aparecen aún como era hasta hace bien poco:

Aunque estas reformas desfiguran la morfología urbana sobre la que se construyó esta casa, la variedad constructiva, la adaptación al terreno y la irregularidad del parcelario siguen dándonos, en sus resultados variados y pintorescos, no pocas lecciones de arquitectura.

(453) ORTIGOSA. Otras casas

La excepcional ubicación de Ortigosa y la facilidad para pasar de un lado al otro del valle por el gran puente de hormigón hecho en la década de los veinte (ahora seguro que no dejarían hacer algo tan hermoso) nos permiten contemplar en las amplias panorámicas del caserío tradicional del pueblo un buen número de casas de cierta envergadura que bien podrían ser piezas de esta colección.

Pero excepto la casa reseñada en el post anterior (que volvemos a ver en esta perspectiva de la margen derecha del barranco del río Albercos o barrio de Barruelos), no dimos con una sola casa que tuviera escudo de nobleza. ¿Cuál es la razón? No tenemos ni idea pero el fenómeno es extraño, y más si lo comparamos con la profusión de ellas que vamos a encontrar en el cercano pueblo de Villoslada que veremos a partir del post siguiente. 

Una vez más quisiera recordar que las casas que a continuación comparto aquí no son otra cosa que el producto de una mañana de contemplación por el pueblo. Este blog no es un estudio académico y exhaustivo sino un cuaderno personal de arquitectura de casas solariegas y de casas que de algún modo anticipan o heredan sus características.  

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1) Una fotografía antigua ofrecida en la web del ayuntamiento de Ortigosa da cuenta de esta casa de la plaza que una reciente (y muy triste) rehabilitación ha convertido en Ayuntamiento. Juzguen ustedes mismos.

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2) Justo detrás de la anterior, la casa que en los años setenta aún albergaba el casino del pueblo, fue motivo de chanza en el blog hermano CASCOTES por un milagro de transustanciación que anunciaba la prensa. En el verano del 72 pasé muy buenas tardes en el primer piso de aquel casino analizando las partidas que en aquellos días jugaban Bobby Fischer y Boris Spassky por el campeonato del mundo de ajedrez. Y aunque finalmente el mortero de cal de la mampostería no ha quedado tan agresivo como en el ayuntamiento, al pasar por el arco de la vieja puerta de esta casa y encontrar un vulgar bar en vez de la la vieja escalera de piedra que subía al casino, se tiene una sensación de pérdida irreparable.

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3) La gran casa casi siempre cerrada que preside la plaza sigue en su sitio y... casi siempre cerrada. En la misma web del ayuntamiento he encontrado una fotografía de la casa a la que sustituyó. Siendo del siglo XX tuvo que tener planos y arquitecto reconocible. Premio para quien dé con él.

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4) Aparte de las chanzas sobre la rehabilitación de casino en el blog Cascotes, también me ocupé de Ortigosa en otro blog mucho más entrañable en el que pongo obras de arquitectura y urbanismo de las que aún podemos aprender estos oficios. En EDIFICIOSLHD n80 escribí sobre el banco que ocupa la plaza de Ortigosa y ya allí elogié el carácter altamente urbano de estas dos casas de finales del XIX o principios del XX con seis balcones cada una.

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5) Otra casa que ocupa una posición preminente en la plaza, toda en piedra y con un par de curiosos balcones trilobulados, muestra en el dintel de un balcón haber sido construida (¿o rehecha quizás?) en 1871 por lo que también podría llegar a tener planos de arquitecto.

En la siguiente foto aérea vemos la ubicación de estas seis casas que rodean la plaza principal:

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6) Esta casa, situada al otro lado del barranco de la casa-torre Ortigosa I, la traigo aquí más que nada para lamentarnos de la última "rehabilitación". Según parece era la típica casa de arquitectura vernácula camerana (ver en edificios LHD el artículo sobre la casa del santero de la ermita de Lomos de Orios) solo que con dos crujías en vez de tres por exigencias del terreno. Como puede verse por la diferencia entre una foto que tomé de ella en enero del 2015 y las que he tomado en octubre del 2016, la transformación de la cubierta y la elevación que se le ha hecho le han quitado buena parte de su viejo carácter y la han convertido en una vulgar casa más.

Y encima... ¡con pretensiones de nobleza siglo XXI!

En la foto de cubiertas del catastro aún aparece con sus faldones originales:

Antes de subir por la calle principal del Barruelo para ver la casa 9 y los restos de las casas que he marcado con el número 10, vamos un momento plaza arriba para ver otra casa "tipo" y las escuelas. 

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7) Aquí tenemos otra casa de tres balcones con el ingreso en arco de medio punto y un frente a la calle plagado de huecos por donde se entendería que tiene la medianera. Complicado ejercicio compositivo.

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8) No quiero ni mirar la nueva pavimentación de las Escuelas, ni los bolardos y las jardineras, ni esas dos bajantes que difuminan en tres cuerpos la composición original de dos. ¿Para cuándo un buen catálogo de las viejas escuelas de los pueblos de La Rioja? Pobres escuelas.

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9) Subiendo por la calle Moradillos nos topamos con otra pieza soberbia de finales del XIX o comienzos del XX. Una casa de magnífica factura y cuidados detalles, totalmente ignorada por la historiografía arquitectónica riojana.

Sobre el olvido de esta arquitectura y lo que aún se puede aprender de ella, véase en el mencionado blog Edificios LHD "La lección de Haro".

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10) Una sucesión de casas con arcos de ingreso nos hacen pensar que en este tramo alto de la calle Moradillos pudo haber habido alguna casa noble ya perdida. Será muy difícil que alguien recuerde algo o tenga fotos, pero la esperanza es lo último que se pierde.

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11) Ya en la carretera de acceso al pueblo, con trasera al barranco del río Albercos, qué gusto da ver aún una fachada tan limpia, sencilla y ordenada. Y a juzgar por las cosas que se hacen ahora, tan difícil de hacer así.

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12) En la web del Hotel Señorío de la Murada se da una información muy vaga y probablemente poco verídica de los orígenes de esta gran villa o caserón -según sea el lado por el que se mire.

A poco que veamos la mixtificación de su diseño de interiores ora "moderno", "señorial" o "rústico"  ya nos hecha para atrás, pero la casa no tiene la culpa. No desdeño saber quién la proyectó y cómo fueron sus planos. El arquitecto que haya acometido su reconversión en hotel "boutique"sabrá algo.

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13) A pesar de recorrer un par de veces todo el caserío de la ladera en solana de Ortigosa por sus curiosos pasajes y tramos porticados, no conseguí dar con ninguna casa de cierto empaque. Tan solo en la alta calle Solano encontré esta casa de buena planta, esquina en sillería y el curioso recurso de incrustar un balcón en el alero mediante un bobarril a dos aguas con cumbrero perpendicular a fachada (recurso que hemos visto también utilizado en el eje de acceso de la villa del hotel de la Murada).