Ubicada en la parte más alta y oriental del pueblo, esta enorme casa de 27 por 17,5 metros era, gracias a su aislamiento y su rotunda geometría, una de las piezas más nobles de la arquitectura vernácula camerana. No tenía escudo. Quizás no fue de alguien noble o seguramente era ya de la primera mitad del siglo XIX pero tanto me gustó cuando la descubrí a finales de los ochenta que me interesé por ella incluso para comprarla.
Me dijeron que era de unos hermanos mayores que vivían en Irún y que no se llevaban bien, por lo que seguramente no se iban a poner de acuerdo en vendérmela. Aún así creo que llegué a llamar a un teléfono que me dieron en el pueblo, y que, en efecto, me dieron largas. La foto en la que la aún la vemos con la cubierta es de 1988:
Mirando las cosas desde la perspectiva del 2016, fue una suerte que no pudiera comprarla porque junto a mis denodados esfuerzos por mantener su carácter hubiera tenido que padecer la catástrofe urbanística de la zona con la aparición de todos esos bloques de viviendas que ahora la rodean por detrás.
No sé cuando se produjo la ruina de su estructura y el vaciado. De la casa no quedan ya más que sus muros.
R.I.P
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