CASAS SOLARIEGAS EN LA RIOJA es un álbum de las fotos realizadas con Carlos Lloret entre enero y marzo de 1983, abierto a comentarios, nuevas fotos, datos, detalles y documentaciones sobre las casas que entonces se fotografiaron, y a muchas otras que entonces se nos pasaron por alto y que creemos que tienen que estar aquí. Se agradece cualquier aportación documental, sobre todo si es planimétrica: juandiezdelcorral@gmail.com
lunes, 27 de noviembre de 2017
(511) CALAHORRA I. Calle Grande 11
Es casi milagroso que esta casa haya llegado hasta nuestros días. Entre el Paseo del Mercadal y el casco antiguo, toda esta zona de Calahorra se configuró entre finales del XIX y comienzos del XX como un pequeño ensanche burgués y comercial. Las tiendas llegaron a ocupar la totalidad del frente de la planta baja de esta gran casa, pero se salvó la puerta y se salvaron los tres grandes balcones del primer piso, y gracias a ello podemos aún conectar con su pasado.
La piedra de la puerta está desgastadísima, y cualquier rehabilitación acabará con ella. Dicen los del Inventario que parece barroca de finales del XVII. Claro, claro, no van a decir que es gótica ¿Pero qué interés tiene esa etiqueta? Mejor digo yo sería saber por qué tanto empeño en hacer una portada tan historiada cuando el resto de la casa se nos presenta tan modesta en elementos decorativos. ¿Cuantas casas solariegas de la Rioja ponen todo su acento en la portada? Le pongo debajo la etiqueta "portada" e iré revisando otras casas para ponerles esa etiqueta cuando la portada sea su elemento más singular. El orden compositivo de los cinco huecos también es de hacer notar.
La fachada tiene algo más de 17 metros y el fondo varía entre los 16 y los 19. Seguramente tuvo huerta o jardín detrás pero todo ese gran espacio, ahora vacío o pasto de operación inmobiliaria, pertenece al solar vecino, el número 9.
Como no se me ocurrió hacer la visita por detrás, les pongo una foto de Google Street View que muchas veces son mejores que las mías:
Vaya panorama de ciudad. A la vista queda lo traumáticos que han sido los saltos que el urbanismo y la arquitectura fueron dando en el transcurso de los tres últimos siglos: de la ciudad del viejo régimen, a la ciudad burguesa, y de la ciudad burguesa a la ciudad del negocio inmobiliario. Y en esas estamos: con todo revuelto y dándonos cabezadas contra la pared cada vez que desaparece otro resto del pasado. O también: saltando de alegría cuando encontramos una reliquia. Como esta casa.
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