El extraño collage formado por estas dos fachadas de ladrillo con galerías arqueadas debería de haberles hecho pensar un poquito más a los autores del Inventario para no desbarrar o caer en el ridículo de la descripción de la pag 223 del vol II. Dicen de ella que da frente a la plaza del Obispo Minguela y que el escudo lo tiene hacia la calle Mayor, cuando en realidad se trata de dos casas. Con solo fijarse en las puertas ya podríamos suponerlo, pero para cerciorarnos, mejor consultar el catastro.
Las aperturas de balcones y el cierre de ventanas añaden caos y aleatoriedad al resultado final.
Pero todavía no han terminado las risas. La semejanza de los elementos de esta casa y la del post anterior (Igea II) hacen pensar que podrían ser coetáneas. Pues mira, si allá decían que del XVIII, aquí que del XVII. En alguna de las dos acertarán. Así se escribe la Historia (con mayúsculas).
En la lectura de la leyenda inferior del escudo se agradece la ayuda: Manuel Cruz González, dicen que dice. Pues gracias. Aunque uno se pregunta ¿y por qué no Manuel González Cruz? Sus razones tendrán...
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