En los pueblos de la Sierra se da tal proximidad entre la arquitectura vernácula y las algo más cultas trazas de las casas solariegas que en realidad estas últimas no son más que buenas casas serranas a las que les pusieron un escudo. En esta que da fachada a una plazoleta situada entre la carretera y la calle Real se da el caso de que el patrón de la cubierta es del tipo de dos aguas con cumbrero perpendicular a fachada lo que aún le da un carácter más popular.
La cuidada composición simétrica de los cuatro balcones con la solana hacen pensar también que se trate de una reconstrucción del XIX sobre un zócalo anterior. Así que en este caso hacemos como los del Inventario y nos quedamos con el escudo que según ello,s sí que es del XVIII:
En el plano del catastro ya se ve que la casa es muy inferior en el tamaño de su planta a la que está al otro lado de la calle de las Gradas, pero como ésta no tiene escudo, la veremos en el apartado de "otras".
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