Un escudo no hace casa. El caos de aperturas y rasgados de huecos, la elevación, las nuevas carpinterías u otras reformas hacen irreconocible esta casa como "solariega", pero de todos modos hay que ver aún el carácter que le da el escudo.
La hidalguía de los Mendoza Oquerruli se ha debido de perder por el camino pero ahí siguen labradas sus armas para el recuerdo y hasta para la investigación, porque el tema de las diez panelas (o corazones) del cuarto inferior izquierda digo yo si no tendrá algo que ver con el escudo de mi familia, el de los Diez del Corral que también los tiene.
No creo que sus plantas y secciones nos vayan a deparar nunca alguna sorpresa, pero nunca estará de más conocerlas si hay oportunidad.
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