Más que de casas, cabe hablar aquí de sus últimos restos arqueológicos aunque, quién sabe, lo mismo alguien conserva alguna foto de cómo eran estas dos casas.
La número 87 debió de tener vida hasta no hace mucho. En la fachada se han quedado aún las carpinterías y las persianas. Sólo en un país bárbaro se entendería que hicieran el derribo sin levantar unos planos de la casa.¿Se harían? Sería cosa de investigarlo en el ayuntamiento.
Mucho más difícil será encontrar algo de la casa 89. ¿A qué responderían esas pilastras acanaladas tan originales de la planta baja? ¿Lo conseguiremos saber? Ojalá...
En la foto aérea no se ve más que los solares de ambas casas pero en el parcelario descubrimos una cosa curiosa y es que el lindero entre ambas es quebrado, como si el algún tiempo hubieran estado imbricadas una con la otra.
Sería interesante también documentar bien el derribo del lienzo de la muralla sur de Santo Domingo (es decir, la trasera de estas casas) y la parcelación y construcción de las casas de su pequeño Espolón pero no parece que los ayuntamientos ni los arquitectos estén por la labor. Habrá que esperar a un cambio de tiempos. O a los nuevos tiempos que algunos medios de investigación y comunicación como los blogs parecen apuntar.
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