En este enorme caserón de 13 metros de fachada y 30 metros de fondo, poco o nada ha cambiado en los últimos treinta años. Ha desaparecido la ropa tendida del segundo piso, se han renovado las bajantes y han colocado un cartel en el balcón principal que dice SE VENDE.
También ha aparecido un cartelito turístico junto a su puerta para animar a comprarla porque está claro que no es lo mismo comprar algo sin historia y sin nombre que con ellos. Aunque no vayamos a comprarla, nosotros también agradecemos la información porque es la única que tenemos a nuestro alcance. No es mucha ni fiable pero ahí está:
Lo del hermoso salón que ocupa toda la fachada nos pone los dientes largos pero no seré yo quien llame a la inmobiliaria para pasarme por comprador. Llevo ya más de doscientas casas solariegas publicadas en este blog y ninguno de sus propietarios me ha invitado a verlas por dentro. Pero sigo sin perder la esperanza. La arquitectura no es solo fachada pero de momento no me queda otra que ofrecer lo que puedo ver públicamente:
Por el solar de la parcela 87 puede apreciarse mejor el impresionante volumen construido y hasta los huecos abiertos en la pared medianil:
No es fácil fotografiar tanta fachada en una calle tan pequeña pero entre unas y otras perspectivas ya nos hacemos cuenta del contraste compositivo entre la agrupación de huecos y rejas de la zona baja y la severidad de la parte alta cortadas por una moldurada cornisa y rematadas por un decorado pero corto alero. Muy interesante.
Cierro (provisionalmente) el post con las fotos aéreas del catastro y google earth:
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