La tercera de las casas solariegas de este singular tramo de calle Mayor de Castañares de Rioja comparte las cornisas de la anterior pero su desorden geométrico-compositivo y una desafortunada elevación de un piso la harían pasar inadvertida si no fuera por el imponente escudo que posee.
En los últimos treinta años ha cambiado de farola, ha escondido los cables por encima de la cornisa del antiguo alero y ha perdido el pequeño vuelo de los balcones. La bajante, sin embargo, se ha quedado ahí atravesando cornisas y colgando.
Hago una foto frontal para mostrar que no es nada fácil adivinar las intenciones iniciales o el devenir de esta casa porque por la posición del escudo podría pensarse en un primer eje de composición y una ampliación posterior hacia la izquierda. Sin embargo el único hueco labrado como balcón es el central mientras que los otros dos parecen ventanas rasgadas.
Sea como fuera, lo más notable es el gran escudo que aún ostenta, así que lo mostramos en detalle:
La vista de las cubiertas y de la parcela nos da más pistas sobre las vicisitudes de esta casa porque aunque tenga 15 metros de fachada, el fondo del tramo de la derecha es de tan solo 6,5 metros mientras que el patio posterior es propiedad de la casa del post anterior:
En el tramo de la izquierda (el de la puerta) es donde tiene un fondo más normal, 11,5 metros con patio propio, por lo que hay materia para investigar con sus plantas.
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