Entrando a Briñas desde Haro y poco antes de llegar a la plaza, encontramos un espectacular paredón a norte de piedra de sillería formado por las casas número 10 y 12 de la calle Real. Vistas al revés entendemos mejor lo que digo de paredón:
No se explica muy bien el cambio de la imposta en la segunda planta del cuerpo de la esquina con la unidad del alero. Lo cierto es que esta manzana situada al norte de la iglesia es de lo más abigarrada y la casa tiene muy poco fondo, así que no es extraño que dada su importancia (manifiesta en la espléndida labra del escudo) buscara más espacio.
A los 16 metros de fachada responden tan sólo 5,5 metros de fondo. La fotografía aérea no nos permite ver con claridad la distribución de propiedad y el sistema cubiertas del pequeño patio interior de la manzana pero por el plano del catastro vemos que está muy repartido y que en parte pertenece a la casa colindante (calle Iglesia 1) y otro poco a la casa de la esquina opuesta en la manzana.
La fuerza de su presencia urbana es indudable, pero su estrechez y su orientación a norte crean ciertas dudas sobre las prioridades de sus hacedores. Un cartel en un balcón anuncia que está en venta. Quizás la inmobiliaria o los que se animen a verla podría sacarnos de dudas...
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