No todos los hidalgos de Briñas ponían a prueba su nobleza haciéndose las fachadas a Norte. En la calle de Suso (o de arriba) hay una serie de casas blasonadas orientadas a mediodía que, dada la estrechez de la calle, aún parecen crecer todo lo que pueden para llegar al sol. Las dos primeras son estrechas y han sufrido o están sufriendo procesos de "restauración" no siempre respetuosos con los materiales y técnicas originales, por lo que es un lujo poder verlas como eran hace treinta años. (Como lujo fue trabajar en equipo con Enrique Martínez Glera y Carlos Lloret, a quienes se les ve arriba en pleno proceso de contemplación y toma de notas).
Los escudos están tan altos que no me fue posible hacerles una foto en detalle para poder seguir el rastro de sus creadores. Tiempo habrá.
Seis metros de fachada y trece de fondo medimos a grosso modo con las técnicas informáticas habituales.
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