Los avezados historiadores del Inventario Artístico de Logroño y su Provincia escribían de Briñas (vol I pag. 204) que "hay en ella una densidad de casas palacios superior a la de cualquier otro lugar de la comarca tal que la hacen merecedora de ser declarada conjunto histórico artístico a pesar de que ninguno de ellos sea de especial calidad". Yo no creo que las declaraciones de conjuntos históricos artísticos sirvan para contener el descrédito de la arquitectura contemporánea ni para salvar el ambiente de la foto que hicimos de esta casa en 1983 y que tal y como está ahora les va a costar hasta reconocer..., pero lo que me toca las narices es eso de la "especial calidad".
Como ninguno tenía especial calidad, mira ahora: ¡pero si parece un Parador Nacional de Turismo! Ni poco ni nada que les habría gustado este expediente a los de la Comisión del Patrimonio en caso de que la reconversión de la casa en puerta de la promoción de viviendas que se ve detrás hubiera tenido que pasar por sus manos si se les hubiera hecho caso a los historiadores y Briñas hubiese sido declarado, ahí es nada, "conjunto histórico artístico".
O incluso ser llevada a las Jornadas del Patrimonio de los sesudos arquitectos por haber respetado todo eso que los historiadores describían así: "en la misma plaza, el número 21 (ahora 4), de dos plantas, tiene ingreso adintelado entre columnas toscanas con frontón roto en volutas encuadrando balcón de marco con molduraje roto flanqueado por dos escudos, el de la derecha cuartelado en cruz de cadena, castillo sobre agua, lobo pasante a árbol y cruz de Calatrava, y el de la izquierda cuartelado en cruz de lobo y caldera, caldera y lobo, dos leones rampantes, y dos águilas, todo del XVII". A lo que cabe añadir ahora: cable trenzado negro de electricidad entre las molduras del balcón y el original taqueado superior que da entrada a farola rústica junto al escudo izquierdo.
Tan limpitos han quedado los escudos que parecen más nuevos que los que ahora ponen en sus casas los nostálgicos de la hidalguía de sus apellidos.
Lo que se ha perdido por el camino (lo que no he encontrado) es la planta antigua de la casa y su relación con el jardín reconvertido en solar para viviendas de veraneantes. Porque era lo mejor de esta casa: que su fachada a mediodía daba a la plaza del pueblo y que mirando al Toloño, tendría el jardín y la huerta. (Claro que las vistas ya las había perdido con ese muro de pisos tan bien ubicado por algún arquitecto urbanista no tan partidario de la declaración de conjunto histórico artístico).
Ni duros ni nada que habrán reportado tanta hidalguía de escudos. Todo del XVII. Y encima, ¡respetando el patrimonio!
Donde estén la nobleza que dan los BMW todo terreno o los AUDIs de muchos cilindros, que se quite la que daban las casas. Y si además "conservamos" los escudos y el frontón partido en volutas, miel sobre hojuelas.
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