Mostrando entradas con la etiqueta Juan Diez del Corral (arquitecto). Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Juan Diez del Corral (arquitecto). Mostrar todas las entradas

martes, 28 de abril de 2015

(321) BAÑOS DE RIO TOBÍA IV. C. Ballesterías 2



Vi tan nueva y rehecha esta casa de la calle Ballesteros 2 en la última visita a Baños de río Tobía, que las dos fotos que le hice, la de arriba y la de su escudo, fueron a parar la carpeta de "otras", donde más que casas solariegas pongo restos que quedan de ellas, o precedentes y sucedáneos más o menos emparentados con su arquitectura.


Pero mira por dónde que como en la del post anterior, también en la historia de esta casa tuve yo algo que ver en los últimos años de mi ejercicio profesional, y que rebuscando entre los restos de expedientes que no había tirado a la basura en las últimas obras de mi estudio, encontré un pequeño dossier de Enero de 1986 referente a unos estudios previos remitidos a la consideración de la Comisión del Patrimonio Histórico Artístico de la Rioja para que informara de una posible reforma de la casa.




Consta el expediente de una serie de fotos del estado de la casa en 1986, unos croquis de la reforma que se proponía y una memoria muy curiosa que voy a reproducir íntegramente para dejar constancia de la forma en que intentaba resolver las dudas que ya me corroían por entonces en todo este asunto del cambio de carácter de este tipo de casas.





Dice así:

MEMORIA

Por el presente proyecto se pretende rehabilitar y reformar la casa nº2 de la Calle Ballesterías en Baños de Río Tobía.

La casa.-

Por sus características externas, la casa parece ser obra de la segunda mitad del siglo XVII o acaso del mismo XVIII, a medio camino también entre lo que pudiéramos denominar arquitectura culta y arquitectura popular.

Los elementos más relevantes son los canes barrocos de la cornisa de la fachada principal labrados en los propios cuartones  el escudo descentrado de la planta primera. Los canes de la fachada trasera están completamente perdidos (tan solo queda un trocito de uno de ellos como muestra de lo que hubo), una de las ventanas de la planta baja en la fachada principal ha sido ampliada, la escalera que preside el gran portalón está en ruina y la cubierta en general está en muy mal estado. La casa lleva sin habitar más de veinte años y su estado actual es de imposible ocupación.

El propietario.-

Los deseos del propietario (D. Miguel Angel Sobrón Rica) son de rehabilitarla como vivienda particular introduciendo una serie de reformas acordes con sus necesidades que forzosamente van a afectar al carácter primitivo de la casa. Principalmente pretende crear en planta baja un garaje para su vehículo y un local para posible uso comercial. También propone la elevación de la cubierta para ganar espacio. Para la fachada ya tenía encargados tres balcones de forja que rasgarían verticalmente los huecos existentes. Su experiencia en energía solar le han inclinado a optar por este sistema para caldeamiento general.

El arquitecto.- 

La intervención que se propone tiende a encauzar los deseos del propietario dentro de cierto respeto por la arquitectura en que se opera.

Se podría calificar dicha intervención de "dura" en la fachada y de "blanda" en su interior.

La fachada principal ha de sufrir una radical transformación de carácter: las ventanas de las cuadras pasan a ser grandes puertas; los huecos pequeños del primer piso se convierten en balcones. Para mitigar estos excesos se mantiene intacto el eje central de la casa, la puerta, el escudo y la ventana central del piso superior así como la línea de cornisa y cubierta con su hermoso alero (la elevación pretendida se proyecta hacia la fachada trasera).

En el interior, sin embargo, se mantiene el orden compositivo y estructural de la casa y con ellos, creemos, su espíritu: la cuadra pasa a ser garaje, la escalera ocupa su anterior lugar aunque transformada por la modificaciones del portal; el gran salón y la cocina ocupan sus antiguos espacios; el muro central longitudinal y la estructura de madera se mantienen casi totalmente (incluso vista en el caso del salón); el frente sur casi ni se toca.

La elevación se produce sobre las dos crujías sur. El faldón norte se eleva un poco más para ganar altura y cubrir así la crujía de la escalera. La pendiente hacia atrás se suaviza para rematarse con una tradicional solana que permite el asoleo de las dos habitaciones arriba creadas.

Desde una perspectiva "racionalista" el mayor reparo sería admitir la inclusión de elementos nuevos con pretendido sabor añejo (los balcones, las puertas de madera del garaje y local, el chapeado de piedra que las va a enmarcar). Si en toda acción para ganar algo, algo hay que perder, quizás puedan aceptarse estos dislates ante el mantenimiento medio ambiental que con dicha intervención pueda lograrse.

Enero de 1986.
El arquitecto
juandiezdelcorral





No tengo ni idea de lo que contestó la Comisión del Patrimonio Histórico Artístico ni de quién pudo hacerse cargo del proyecto que yo inicié, pero por la foto de la fachada ya veo que los canes no se respetaron y que se elevó la altura del piso para dar lugar a una entrecubierta con terraza que se advierte en la foto de google earth.  Y que tal y como me temía, la desaparición de la mampostería de planta baja, la aparición de los balcones refitoleros y el raspado o renovación del ladrillo darían al traste con todo su carácter.


Lo que demuestran los miedos y prevenciones de mi escrito es que la arquitectura como oficio podía ya hacer poco o nada por salvar el carácter histórico de ciertas casas sin el concurso del propietario. Y que mucho mejor fue dejar el oficio que seguir participando en el declive y deterioro de una forma de construir casas y de entender la presencia de la pequeña nobleza rural (y arquitectónica) en los pueblos.


Sea como fuere y ya que de esta casa tenemos bastante más información que de otras, parece lógico que le haya dedicado un post para ella sola y que quede así en este estudio.


jueves, 23 de abril de 2015

(320) BAÑOS DE RÍO TOBIA III. Plaza del Ayuntamiento 3



Tal como se la ve ahora parece una vieja casa solariega recién rehabilitada a la que le han hecho un hueco al coche por el lateral, han rascado la mampostería hasta dejarla en carne viva, han puesto carpinterías nuevas, le han colocado dos farolones fernandinos a modo de cuernos y dos vistosas bajantes redundando en la simetría. Pero todas las casas tienen mil historias que contar y mira por donde que en el largo devenir de ésta hubo un momento en el que tuve algo que ver.


Antes de pasar a contárselo documento el escudo.


Adosada o colindante de nuestra casa hay otra con similar tipo de construcción (aunque sin raspar) y una altura más, que según muestra el catastro mediante raya negra, es parcela o propiedad independiente de la anterior pero..., casualmente sin número de policía urbana (?).


Pues bien, aunque la presente rehabilitación no sea de mi gusto, he de contarles que yo lo hubiera hecho peor.

A pesar de que al cerrar mi etapa como arquitecto hubiera querido olvidar las prácticas a que me había abocado la forma en que se ejercía esa profesión, al volver a ver esta casa hace unas semanas recordé que alguien me había pedido intervenir en ella y que hasta llegué a hacer algunos bocetos o estudios previos (que así se llamaban). Una reforma de la buhardilla en que guardo los restos de mi estudio fue la causa de que hace un par de años echase a la basura no pocos expedientes de los trabajos que hice como arquitecto, enorme volumen de papel inútil del que apresuradamente intenté guardar algún dibujillo o recuerdo. Revolviendo entre esos papeles encuentro una fotocopia de la foto que hice a la casa en el año 1987...:


... y lo que es peor (!), un bocetillo mío de la reforma solicitada por el propietario, del que se desprende que me había pedido elevar un piso más:


Aparte de la modosa propuesta de hacerlo con unos arquillos de ladrillo a modo de solana guardaba también un estudio previo de la planta en el que repartía la lonja en cuatro partes y conseguía organizar dos viviendas convencionales por planta:

Ahora bien, tal y como se desprende de estos dibujos (a falta de escalímetro véase la comparativa con la planta del catastro) la intervención no se ceñía a la casa con portal a la plaza del Ayuntamiento sino también a la casa colindante o trasera, lo que sugiere que eran de la misma propiedad.


Aunque no esté yo libre de pecado por haber participado en el intento de reconvertir una casa solariega en un bloque de viviendas, lo cierto es que mis bocetillos no dieron pie a ningún encargo formal ni proyecto y que la historia de la casa ha seguido por unos derroteros que me son ajenos y que han acabado en la imagen con la que abría el post.


Concluyo con su ubicación en el plano general de Baños de río Tobía, aunque lo más característico de su presencia urbana es su posición colindante con la casa consistorial que veíamos en el post anterior.

martes, 31 de marzo de 2015

(318) BAÑOS DE RÍO TOBIA (I). PALACIO DE LOS SALAZAR



En el Inventario le llaman palacio de los Salazar y lo dejamos así aunque la casa sería muy distinta cuando de ella saldría Benito Ignacio Salazar para hacerse abad de San Millán de la Cogolla y luego Obispo de Barcelona y president de la Generalitat (ahí es ná). En todo caso, si es cierto que es del XVII, el padre del obispo o el mismo obispo tendrían algo que ver con las obras pues la vida de éste discurrió entre 1615 y 1692. Del siglo anterior es Domingo Salazar (1525 - 1594), otro obispo, esta vez de Manila (tela). Sin embargo el gran escudo en esquina es de hidalgo, así que los escudos del obispo (don Benito) los veremos en el edificio que hizo construir para Alhondiga, ahora ayuntamiento.


Pero hablando un poco de arquitectura, que es de lo que va este blog, tendremos que aceptar que la casa tiene una geometría un tanto irregular, lo mismo en planta (19 x 12 m en los puntos más anchos) que en fachadas. Los tres balcones, la puerta y el escudo más viejo que dan al sur o los otros tres que dan a la carretera sin otra puerta que la del patio lateral parecen colocados sin mayor precisión ni regularidad, como tampoco la hay en la sillería.


Una galería en arcos de ladrillo que recorre todo el perímetro de la casa intentó en algún momento darle cierta unidad aunque el gran escudo en la esquina suroeste acabara concentrando todas las miradas. No parece que se supiera resolver en su tiempo la difícil situación en ladera y menos se ha sabido luego en la urbanización del conjunto con chupa-chups que ahora se puede ver. La mejor de las hipótesis es que la casa formase un conjunto con la vecina ermita de la Virgen del Rosario tal y como apuntan los autores del Inventario: "obra barroca de la segunda mitad del XVII costeada, al parecer, por fray Benito de Salazar" -que es como llaman al famoso obispo.



En 1977, mi primer año de trabajo profesional como arquitecto recibí una proposición de los dueños de la casa (hermanos Garnica) para hacer un estudio de aprovechamiento inmobiliario de la parte de la huerta que daba a la carretera con el fin de recabar dineros para arreglar la casa-palacio. Ponían como condición que se enajenase la mínima superficie y que las viviendas que resultaran de dicha promoción no tuvieran vistas al gran jardín de la casa. Recuerdo que di muchas vueltas al intrincado dilema tipológico y que para mi alivio y descargo de culpa, el trabajo acabó en manos de otro arquitecto que hizo lo que ahora luce en el lado norte de la casa-palacio y que podemos ver gracias a google earth (porque yo, por compasión, no hice foto):


En la foto aérea se ve mejor el desaguisado:


Y es que si algo tenía de palacio la casa era precisamente la gran extensión de su jardín (o parque) y el conjunto que hiciera con la ermita.


No se preocupen mis amigos de la heráldica que no me olvido de documentar los escudos. Empiezo con el grande y en esquinazo, del que debería de haber hecho dos tomas para que se vieran mejor sus armas y se viera menos la bajante que lo adorna:


Sigo con el que está en la fachada sur, a la izquierda del eje de la puerta, sin cabeza y en pugna con la reja balcón, que es el que tiene la leyenda DE GOIRY SALAZAR (nadie que yo sepa había mencionado hasta ahora a los Goiry...)


Y concluyo con el de que está en la fachada de la ermita a la carretera (que tendré que volver a fotografiar mejor porque con la poca luz que quedaba en la tarde en que hice la foto me ha salido un poco borroso)



Esta es su curiosa posición en la fachada lateral de la ermita:


Pongo también una foto de la fachada de la ermita tomada del blog de Paca Sapena (gracias por compatir) y otra de la web del ayuntamiento, no sólo por su relación de la ermita con esta casa sino porque como se podrá apreciar, las formas de la puerta van a tener más que ver con la de la Alhóndiga/Ayuntamiento que veremos en el siguiente post.