domingo, 22 de noviembre de 2015

(349) CANILLAS DE RIO TUERTO I. Palacio de los Manso de Zúniga



No sé si porque por la tarde no le daba el sol a la fachada principal, o quizás por esa plaza tan dura con una farola supositorio (de las que quisieron poner en el Puerta del Sol de Madrid) y esa fuente moderna con forma de L que invita a todo menos a agua..., pero el caso es que yo no lo veía ni tan palacio  ni tan "majestuoso" como decía el cartelito colocado en la esquina trasera.


Ni tan del siglo XVII, claro. Porque esos recercados curvos y lacios de los huecos o esa carpintería de andar por casa apuntan a cualquier cosa menos a majestad. Los autores del Inventario tampoco lo vieron ni muy palacio ni muy majestuoso cuando lo describieron (vol I pag 273) como "casa de tres plantas, en mampostería y ladrillo, con escudo... (ahí va la descripción) de los Manso de Zuñiga, Condes de Hervías, del XVIII.

Pero veámoslo a la luz del sol tal y como nos lo muestra la wikipedia en la página de Canillas de río Tuerto...


...donde (además de la farola supositorio y la fuente en L que adornan en solitario la plaza de acceso) se observa claramente la elevación y modernidad de la cubierta, producto de una reforma realizada a mayor gloria del presidente que figura en la placa de entrada...


... proyectada y dirigida por el arquitecto Jesús Marino Pascual Vicente, y cuyos detalles pueden verse a todo color en el número 36 de la revista Proyectar La Rioja (pag 75 a 78) (También salió publicado como proyecto en el número 27 de la misma revista PLR, p 140 a 143).  Habiendo sido pensada para albergar todo un centro de estudios del castellano llamado Cilengua, ya podían haber afinado un poco más en la redacción de las placas, porque ni acierto con los adjetivos ni precisión en los mensajes, y es que parece que la residencia palacio fuera obra de D. Pedro Sanz Alonso. Y hombre, aparte de la mampostería y el ladrillo, algo de sillería también tenía.


Lo triste del reportaje de Proyectar La Rioja es que, como cabía esperar, no trae plantas o fotos del estado previo del edificio, que es lo que más nos podía interesar, ni tampoco alguna investigación previa a la reciente intervención que nos permitiera saber cuánto queda del XVII y cuando se le pondría, probablemente en el XIX. Dice el texto (no firmado) que acompaña a la publicación, que "la alternativa propuesta (...) huye del mimetismo, permitiendo identificar el edificio del siglo XIX de la aportación del XXI. Ajá, cómo bailan los siglos.


El escudo de los Condes de Hervías luce en lo alto y contra el cielo, como si no quisiera saber de lo que ha pasado por entre las tripas del edificio. Fotografié en otro paramento de sus fachadas otro escudito con las mismas armas, pero ahora no me acuerdo exactamente de su ubicación.


Es bastante sorprendente que el aislamiento y la... "majestuosidad" del palacio no dieran ni para un geómetra que trazara su planta con un poco más de regularidad.


O quizás fuera capricho del dueño o del siglo (del siglo que fuera). El caso es que ninguna de sus fachadas mide lo mismo. Empezando por la principal y dando la vuelta hacia la derecha (o sea, en sentido contrario a las agujas del reloj) medimos en pantalla 23,8 - 18,5 - 25,15 y 21,5 metros por paramento.


En la planta de cubiertas no se aprecia bien la idea del arquitecto rehabilitador a la hora de colocar una linterna como remate de la misma. La únicas fotos antiguas (en formato muy reducido) que he encontrado en la red dan cuenta de que no era así:





Un dato curioso ofrecido por el texto de Proyectar La Rioja es que la casa tiene un calado o bodega que sale de su perímetro, pasa bajo la vía pública y vuelve a introducirse bajo la nave de la iglesia (!!!). Lamentablemente no se da información planimétrica. 

En espera de mejor documentación previa a la intervención institucional, dejo el post con la foto de ubicación sobre la planta general de Canillas, pueblo que en el año 2014 tenía un censo de 40 habitantes y todo un centro de cultura internacional de la lengua castellana. 


Del condado de Hervías dice el Elenco de Grandezas que fue otorgado en 1651 por Felipe IV a Don Francisco Manso de Zúniga y Solas, Obispo de Cartagena, Arzobispo de México y de Burgos, Oídor de Consejo de Indias. El Elenco no cuenta cómo pasan los condados de los Obispos a sus sucesores, pero el caso es que el actual Conde de Hervías es el enólogo Iñigo Domingo Manso de Zúñiga y Ugartechea, nacido en Valladolid en 1960 y domiciliado en Torremontalbo que ya salió en este blog cuando vimos el Palacio de Hervías (v CSR 268).  

En las páginas 30 a 35 del libro CAMBIO DE RUMBO (Ikusager Ediciones 2001) su autor, Ignacio Hidalgo de Cisneros, cuenta diversos aspectos de la vida en la casa hacia 1907 cuando la detentaba su abuela materna apellidada González de Castejón casada con un López-Montenegro. 

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