lunes, 16 de mayo de 2016

(416). BRIEVA III. Rancho Martín Sastre



Según se sube por el valle de Brieva y antes de llegar al pueblo, llama poderosamente nuestra atención un gran caserón con un escudo en esquina y corona de marquesado. Buscamos en el Inventario la referencia y encontramos una descripción tan vaga e imprecisa (ni siquiera dan una mínima localización) que nos quedamos más confundidos que estábamos: "En el palacio de los marqueses de la Felguera escudo marquesal moderno, cuartelado en cruz con armas del linaje". El marquesado de la Felguera fue otorgado en 1923 a María Dolores Fernández-Duro y Bayo por los méritos de su familia, procedente de Brieva de Cameros, en el desarrollo industrial de la conocida Sociedad Metalúrgica asturiana. Pero este edificio, aunque tenga escudo, no tiene trazas de palacio.


Se trata de un caserón de 29 metros de longitud con un fondo irregular que oscila entre 8,5 y 14,5 metros que en el pueblo llaman de Martín Sastre y en el que por vagas referencias de páginas de internet me entero que fue el primer rancho de esquileo donde se utilizaron las tijeras eléctricas (!).


Es gracias a la ayuda del etnógrafo Carlos Muntión, que voy concretando datos sobre esta casa pues me recuerda que en el número 17 de la revista Piedra de Rayo se publicó un artículo con las fotos del rebaño de ovejas que compró hacia 1920 D. Antonio Velázquez Duro, marqués de la Felguera, que se esquilaban en dicha casa también de su propiedad. Para recabar más información sobre la casa, Carlos Muntión me remitió a la prodigiosa memoria y la generosidad en la palabra de doña Juanita Somalo, quien en conversación telefónica me dijo que la casa la compraron los marqueses en los años treinta del pasado siglo a la familia Fernández Bobadilla, quienes al parecer serían los propietarios nobiliarios del escudo de la casa Brieva II que veíamos en el post anterior.

Como dicho rancho  de Martín Maestre no me parecía que tuviera trazas de palacio, había buscado yo la casa de los Velázquez-Duró en el casco urbano y tampoco me había aclarado mucho pues había quien apuntaba hacia las dos casas de arquitectura vernácula sin escudo situadas debajo de la plaza y que se abren a unos jardines con ciertas pretensiones (v post siguiente, Brieva. Otras). Sin embargo doña Juanita Somalo me informó también que la verdadera casa de los Marqueses no era la de estos jardines (que también eran casas de ellos), sino la que está detrás de la iglesia, es decir, la que aquí hemos visto como Brieva I y de la que yo decía que su fachada parecía estar rehecha como en la primera mitad del siglo XX, casa con escudo que compraron a una familia proveniente de Ventrosa quienes luego acabarían comprando el castillo de Cuzcurrita.

Del escudo moderno en esquina hecho por algún buen cantero de principios de siglo XX que los del Inventario se mostraban reacios a describir, hice este par de fotos:



Y como última información pública que puedo dar, la de quien actualmente habita en tan singular caserón, obtenida sin más del buzón de correos que tiene en la cancela exterior:


En la fotografía aérea se aprecia mejor la posible relación urbana de esta singular construcción con la iglesia de Santa María de Barruso.


Y en el plano del catastro, su curiosa planta irregular:


2 comentarios:

  1. En el escudo de esta casa se pueden leer con facilidad los cuatro apellidos de la primera marquesa de La Felguera: 1º Fernández. 2º Duro.3º Bayo y 4º Ortiz. Así que, junto con la corona marquesal, indica que su factura será posterior a la concesión del título en 1923. El tallado en los escudos de las tramas que indican los colores según el sistema de Pietrasanta (rayado horizontal: azul, rayado vertical: rojo, etc.)también es síntoma de realización moderna.
    En cuanto al escudo de la casa Brieva I (puede ser Velázquez, García, X y Ramírez de la Piscina)da la impresión de ser también moderno, aunque muy estiloso ¿Será reproducción de un modelo antiguo?

    Erasmo Robles.

    ResponderEliminar
  2. Muchas Gracias don Erasmo por seguir ahí. Cuando comencé este trabajo de arquitectura daba una importancia secundaria a los escudos, pero creo que es gracias a usted que ahora no dejo de hacerles fotos con el mejor de los detalles que me permite mi pequeña cámara de bolsillo. Un cordial saludo.

    ResponderEliminar