lunes, 3 de marzo de 2014

(131) BRIONES VIII. Calle Maestro Bergareche 5



Conocida en Briones como la casa de los Quincoces, ingnoramos ahora a quién pertenece y haya podido sufragar los importantes gastos de restauración que se han acometido en ella desde 1983. En esta web se especifica que los Quincoces fueron quienes la habitaron durante el siglo XX pero que originariamente la casa era de los Diaz-Lizana.


Se ha rehecho la cubierta, se han reabierto los huecos de la galería superior, se han restaurado no pocos sillares y los herrajes de los balcones (no sé hasta qué punto sustituidos) y por supuesto, se ha cambiado  todas las carpinterías.

Gracias a la gentileza de Yolanda Alvarez, que cedió a "La Rioja en la memoria" una foto antigua de la casa, podemos ver que de 1923 a 1983 poco o nada cambió en ella.


La originalidad de los elementos de su fachada y su combinación compositiva no tienen muchos puntos de referencia en La Rioja, o al menos yo no los conozco o recuerdo ahora, pero sería bueno identificarlos. Los "torreones" laterales me recuerdan a los tiene la Casa Paternina de Haro por detrás y que veremos en su momento. Los autores del Inventario no dan fechas de la construcción de la fachada pero sí  de "una ventana cuadrada decorada con grutescos manieristas del zaguán" (que yo no he podido visitar) que dicen ser de la segunda mitad del XVI. A las rejas y al alero las sitúan, sin embargo, en el XVII.


La estrechez de la calle no permite una contemplación sosegada y uno se queda con la sensación de un collage formado por los torreones laterales, la puerta plateresca, los escultóricos recercados de dos balcones de diferente escala y esa galería entre cornisas que evoca el almenado de un castillo. En 1983 sólo tomé una foto no muy buena de detalle:


Pero en la última visita he procurado acercarme un poco más a toda esa serie de piezas arquitectónicas y escultóricas sobre las que los expertos del Inventario despliegan todo su saber arqueológico. Copio y pego: "la portada es de ingreso de medio punto, con las dovelas rehundidas decoradas con cabezas de ángeles, sobre pilastras, y se flanquea sobre pilastras toscanas que soportan friso de rosetas, quedando bustos en medallones en las enjutas, y la cornisa rematada en eolípides" (!) Esto de los "eolípides" es la primera vez que lo oía en mi vida, y creo que hacen alusión a las bolas que coronan las basas del supuesto orden cortado del piso superior. Pero no me hagan mucho caso, y quédense mejor con la documentación fotográfica que muy bien podría dar pie a unos más atentos y detenidos dibujos.




A nivel arquitectónico me llama más la atención el extraño patio curvilíneo que tiene por detrás y que se cierra con otra parte de la casa (o al menos de la misma propiedad) que da fachada a la calle de Cercas Toro y que ocupa lo que en otro tiempo sería la muralla.  Su fachada quebrada y la disposición de los huecos poco tiene de la singularidad de la otra parte de la casa. Los shunts, las carpinterías y una terraza abierta en la cubierta nos hablan de una reforma reciente. Sin embargo, y a tenor de lo que dice Begoña Arrúe en un estudio sobre la villa de Briones (enlace aquí), la casa debió de tener en esta fachada un balcón construido en el siglo XVIII (?) (¡foto, por favor!).





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